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Beneficios, recomendaciones y contraindicaciones de la sauna

Al beneficio que significa la relajación que implica tomar una sesión de sauna, debe agregádselo otros como: desintoxicación de la piel, limpieza de las vías respiratorias, mejora en el flujo de la sangre, el corazón bombea con más fuerza y preparación para un buen dormir, entre otros. Tanto en su fase de calentamiento como de enfriamiento. Aquí te dejaremos los beneficios de la sauna, como otras recomendaciones

Beneficios de una sesión de sauna

El tomar una sesión de sauna requiere tranquilidad y relajación. No se puede realizar con apuro. Esto ya es, en sí mismo, muy beneficioso para problemas de estrés y agobio crónico. Efecto al que se debe añadir los derivados del  propio sauna y de sus dos estados o fases: el de calentamiento y el de enfriamiento.

Los beneficios son: desintoxicación de la piel, limpieza de las vías respiratorias, mejora en el flujo de la sangre, el corazón bombea con más fuerza o por ejemplo preparación para un buen dormir, entre otros.

Beneficios de la sauna en la fase de calentamiento

En la fase de calentamiento se produce la elevación de la temperatura corporal hasta casi los 40 °C, por lo que se produce una sudoración muy fuerte y la apertura de los poros. Los beneficios que aporta esta fase son los siguientes:

– Relajación muscular y psíquica.
– Sudoración que produce la excreción de desechos y la limpieza de la piel.
– Normalización de la presión arterial.
– Acumulación de calor.
– Vasodilatación y aumento de la circulación sanguínea.
– Alteración del sistema termorregulador del cuerpo.
– Beneficios sobre el sistema respiratorio.

Beneficios en la fase de enfriamiento

En la fase de enfriamiento se puede producir un abrupto cambio de temperatura. Por eso este contraste hace que se realicen cambios en el sistema sanguíneo y proporciona la recuperación de la temperatura normal del cuerpo humano y los beneficios que se obtienen son:

– Saturación de oxígeno en la sangre.
– Contracción de los vasos sanguíneos, en contraste de la dilatación de la fase de calor.
– Normalización de la temperatura corporal.
– Estimulación psíquica.

En general, los beneficios terapéuticos del sauna son el estímulo en la circulación sanguínea (al acelerar el corazón su ritmo para llevar más sangre a la piel con el fin de enfriarla); la mejora a la respuesta del sudor que se logra forzando la sudoración con el estímulo de calor; la eliminación de toxinas que se produce mediante el sudor (también se eliminan componente beneficiosos que deben ser repuestos después de la sesión de sauna); el alivio del dolor corporal y de la artritis mediante la aplicación del calor.

Además, la sauna relaja la musculatura, limpia y desobstruye las vías respiratorias, ademas de desintoxicar y expulsar las impurezas del organismo y combate enfermedades del aparato respiratorio.
Sin embargo, la frecuencia habitual o prolongada del sauna debe ser autorizada por un médico, pues ciertas patologías respiratorias y circulatorias no se benefician con la permanencia en un ambiente caliente. En estos casos, es recomendable que la frecuencia no debe superar más que una vez a la semana.

La sauna se puede combinar con otros sistemas de mantenimiento de la salud. Por ejemplo, es muy normal combinarlo con una sesión de masajes o, como hacen en Finlandia, con la aplicación de ventosas.

Para qué está indicado la sauna

El sauna está indicado directamente para los siguientes problemas:

– Mejora en el sistema respiratorio (faringitis y bronquitis), sobre todo a fumadores y personas con problemas de expectoración.
– Asma bronquitis.
– Mejora de los trastornos de la menopausia.
– Bajo control médico y por su indicación, se puede aplicar a pacientes con postinfarto en fase de reeducación y patologías coronarias asintomáticas.

Contra indicaciones del sauna

 La sauna tiene incidencia en el sistema circulatorio, por lo que las probables alteraciones que se pudieran tener pueden condicionar su uso. No se debe tomar un sauna si se tiene alguna de estas enfermedades o alteraciones:

– Problemas de corazón como infarto de miocardio, estados de descompensación cardiovascular y síntomas de estenosis.
– Problemas venosos crónicos, insuficiencia venosa, síndrome postrombótico.
– Varices en fase aguda.
– Problemas de circulación cerebral, trombosis, o estados tras haber sufrido infartos cerebrales.

Hay que tener precaución en los siguientes casos:

– Durante la menstruación: por la bajada de tensión arterial.
– Hipertensión compensada mediante medicación: el enfriamiento se debe realizar sin ducha y progresivamente.
– En hipertensiones no medicadas: sólo se puede tomar bajo consejo médico.

Si te han gustado estos beneficios; no dudes en contactar con Arreglos.biz y todos sus profesionales

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