De cara a mantener la seguridad para piscinas, ya sea de uso público o privado, nos podemos encontrar con múltiples alternativas.
Mantener la seguridad para piscinas es un aspecto básico y muy importante para poder disfrutar plenamente de ella.
Para ello, existen diferentes alternativas, las cuales, en primer lugar vamos a intentar categorizar de un modo muy simple. Así podríamos diferenciar entre:
- Dispositivos o sistemas externos. Aquellos que previenen, disuaden o ayudan a evitar el acceso no deseado a la piscina.
- Dispositivos o sistemas internos. Aquellos que realizan su función en el interior del vaso o el agua de la piscina.
- Dispositivos corporales. Aquellos que el propio usuario lleva consigo; pulseras, collares, bandas…
- Sistemas «virtuales». Aquellos que no vemos, como por ejemplo, cámaras de vigilancia o sistemas virtuales que estudian las reacciones de los cuerpos en el interior de la piscina.
Dentro de la primera categoría nos encontramos con sistemas diferentes entre sí:
- Vallas de protección, las cuales actúan como sistema disuasorio y en la mayoría de las ocasiones, como elemento extremadamente útil para limitar el acceso a la piscina y su entorno, a niños hasta 5 años aproximadamente. Existen sistemas fijos y también vallas desmontables que nos permitan poner y quitar las vallas cuando resulte necesario, sin perjudicar a la seguridad que nos ofrecen. Los materiales más utilizados suelen ser el aluminio, la madera y el PVC, respecto a la estructura básica, y las mallas de PVC, el vidrio o cristal, el metacrilato o la madera, como materiales de unión entre postes y demás.
- Cubiertas de protección. Las podemos encontrar altas, bajas, telescópicas…No sólo actúan como sistema de seguridad, sino que también lo pueden hacer como sistema de limpieza, de climatización…
- Cobertores de seguridad. También conocidas como lonas para piscina. En este caso, habitualmente diseñadas para resistir el peso de hasta un adulto, de forma que no se hundan si se da la circunstancia de que un niño pasa o cae sobre su superficie.
- Alarmas perimétricas. Con un funcionamiento similar al de las alarmas de presencia utilizadas en muchas viviendas, nos avisan cuando un cuerpo supera la línea ficticia generada entre los diferentes postes que constituyen la estructura de funcionamiento de la alarma.
Respecto a los sistemas utilizados en el interior de la piscina, destacamos:
Alarmas volumétricas. Capaces de detectar, a través de sus diferentes sensores, la inmersión de un cuerpo en el interior de la piscina, registrando el movimiento y las ondas generadas en el agua.
Cubiertas de lamas automáticas. Su uso es similar al de otras cubiertas o cobertores pero con la salvedad de que se trata de un sistema en el que las lamas (habitualmente de diversos tipos de pvc o policarbonato), están en contacto directo con el agua de la piscina, flotando sobre ella.
Por otro lado, los dispositivos corporales, es decir, aquellos que llevamos encima, como pulseras en las muñecas o tobillos, collar alrededor del cuello, o bandas alrededor de la cabeza, actúan realmente como «avisadores», una vez ya se ha producido la inmersión, y varían su actividad en función de las características del producto. Algunos envían una señal de aviso tan pronto se produce el contacto en el agua (como las alarmas volumétricas). Otros permiten configurar su funcionamiento, siendo el propio usuario el que define el tiempo después del cual, el dispositivo debe enviar la señal de alarma.
Por último, los sistemas «virtuales», los cuales se basan en el uso de las últimas tecnologías para mejorar la seguridad, son normalmente más utilizados en piscinas de uso público, y suelen utilizar cámaras de vigilancia y diferentes sistemas de software, especializados en el estudio del comportamiento de los cuerpos en el interior del agua, procediendo en el caso de que sea necesario, a avisar al equipo de socorristas o seguridad para piscinas.
En cualquier caso, debemos dejar claro que ningún sistema de seguridad de los anteriormente mencionados sustituye la supervisión diligente de los adultos. Realmente se trata de sistemas que nos ayudan a reducir las posibilidades de accidente o ahogamiento en una piscina, ni más ni menos.
Por otro lado, también querríamos hacer notar la necesidad no solo de dotar de seguridad a la piscina, de cara a evitar ahogamientos, sino también de cara a que no se produzcan accidentes en sus exteriores. Por ello, resulta importante el uso de materiales antideslizantes que nos eviten caídas y resbalones, así como evitar colocar obstáculos molestos o peligrosos alrededor de la piscina.
Y por favor, valoremos que la gran mayoría de los accidentes y de ahogamiento de niños suele ocurrir en piscinas de uso privado, por lo que resulta especialmente recomendable no escatimar en convertir nuestra piscina en un espacio de seguro y de disfrute para nuestros hijos.
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